En la
mitología griega,
Briseida (en
griego Βρισηίς,
Brisēis) era una viuda
troyana (de Lirneso) que fue raptada durante la
Guerra de Troya por
Aquiles tras la muerte sus tres hermanos y su marido, el rey Mines de Linerso, en la batalla.
Después de que un
oráculo obligara a
Agamenón a renunciar a
Criseida, una mujer que había capturado, el rey ordenó a sus heraldos Taltibio y Eryrates que tomasen a
Briseida de Aquiles como compensación. Aquiles se ofendió por este embargo y, como resultado, se retiró de la batalla, a la que no regresaría hasta la muerte de
Patroclo.